Lamine Yamal ha iniciado una colaboración con escuelas de fútbol en varios países africanos enfocada en apoyar a jóvenes talentos. El proyecto incluye el patrocinio directo de academias locales y la entrega gratuita de materiales de entrenamiento como balones, conos, redes y ropa deportiva. La iniciativa ha sido bien recibida por entrenadores y comunidades que ven en el deporte una oportunidad para formar hábitos positivos en la niñez. Además de la parte técnica, se está promoviendo la formación en valores como el respeto, el trabajo en grupo y la constancia. Uno de los elementos que más destacan en el programa es la donación de equipaciones futbol niños para permitir que cada menor entrene con ropa adecuada y representativa de su equipo.
Los entrenadores han señalado que, gracias a esta ayuda, muchos niños han podido asistir por primera vez a sesiones organizadas. Antes de la llegada del patrocinio, muchas escuelas carecían de los recursos mínimos para operar con regularidad. Ahora disponen de espacios señalizados, petos para diferenciar grupos y balones en buen estado para realizar actividades con continuidad. Estas mejoras no solo han hecho crecer el número de participantes, también han elevado el nivel de los entrenamientos. Niños de distintas edades se agrupan por categoría y entrenan bajo planes básicos adaptados a sus capacidades.
Yamal ha expresado su interés por mantener un vínculo constante con estas escuelas a través de visitas, videollamadas y contenido digital que motive a los pequeños. La idea es crear una red de apoyo donde el deporte funcione como puente de desarrollo. Varios clubes locales han comenzado a prestar atención a estas escuelas por el aumento en la calidad del juego mostrado por los niños. La iniciativa ha sido documentada por asociaciones deportivas regionales y está inspirando programas similares en otras zonas del continente.
Además del equipamiento, se están organizando torneos amistosos entre academias que antes no tenían contacto entre sí. Esto permite que los niños viajen por primera vez a otras regiones y conozcan distintas realidades dentro del mismo contexto futbolístico. Las familias han comenzado a asistir con más frecuencia a los entrenamientos y partidos, creando un entorno más activo y participativo. En algunos casos, vecinos del barrio también se han sumado como voluntarios para ayudar con la logística de los entrenamientos o cuidar el estado de los campos.
Parte del éxito del proyecto radica en su enfoque práctico. En lugar de grandes campañas mediáticas, se ha priorizado la entrega directa de recursos y el contacto regular con los responsables de cada escuela. Los entrenadores locales reciben sugerencias sobre cómo organizar sus sesiones y mejorar la atención a cada grupo. También se han entregado libretas, silbatos, mochilas deportivas y cronómetros para que el entrenamiento tenga una estructura real y motivadora. Todo esto ha permitido generar una dinámica que muchos chicos ven ahora como una alternativa positiva para ocupar su tiempo libre.
Yamal ha mencionado que el fútbol fue clave en su crecimiento personal y que por eso decidió empezar por los más pequeños. Quiere que más niños puedan jugar sin preocuparse por tener o no los recursos necesarios. Los responsables del proyecto están evaluando extender las donaciones a zonas rurales donde el acceso al material deportivo es todavía más limitado. También se analiza incluir formación básica para entrenadores nuevos con el objetivo de que más escuelas puedan funcionar en distintas localidades.
La respuesta ha sido inmediata. En poco tiempo ya se nota mayor asistencia a los entrenamientos, mejor actitud de los jugadores y una sensación general de avance en la comunidad. Los niños se sienten más motivados al ver que alguien fuera de su entorno ha pensado en ellos. Algunos ya sueñan con representar a sus barrios en campeonatos regionales. Todo esto sin necesidad de discursos ni promesas vacías. Solo con acciones concretas.
Este tipo de proyectos no solo ayuda al desarrollo deportivo, también fortalece el tejido social en cada barrio. Ver a los niños entrenando juntos con orden y entusiasmo crea una atmósfera diferente. Las equipaciones iguales generan identidad y pertenencia. Se reduce el abandono de actividades y aumenta el interés por aprender nuevas habilidades. El fútbol se convierte así en una herramienta accesible para crecer en comunidad.
Para quienes valoran estas iniciativas, también existe la posibilidad de apoyar indirectamente a través del consumo responsable. Explora nuestro y descubre opciones para comprar replicas de camisetas de futbol que forman parte de una red que apoya el desarrollo infantil en diferentes partes del mundo.